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Damiana Corea Arellano

La artista Plástica Damiana Corea Arellano se ha especializado principalmente en el área de la pintura. Usando la espátula logra crear trazos sueltos, texturas y empastes que atraen al espectador a buscar las formas que aparecen en sus obras que logra mezclando la pintura directamente en el lienzo y no en la paleta.

A través de su obra  hace representaciones de hermosos paisajes nicaragüenses, la cultura popular, lo cotidiano, bodegones, atardeceres, y temas de interés social como el trabjo infantíl, la guerra, el despale, el calentamiento global, etc. Durante sus 8 años de trayectoria profesional ha  participado en numerosas exposiciones colectivas, pintura en vivo y eventos culturales. La mayoría de sus obras han sido adquiridas por coleccionistas privados de países como Suiza, España, Italia, Cuba, Panamá, Costa Rica, Estados Unidos, etc.

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 CREADORA DE TEXTURAS Y COLORES

Por Anastasio Lovo

 

Para mí es una satisfacción descubrir la obra pictórica de Damiana Corea Arellano (Juigalpa, 1979) y entenderla a ésta como posibilidad real de un relevo solvente en la plástica nicaragüense. Con dominio magistral de la espátula, digna discípula de van Gogh o Marín, crea sus densas texturas de mares, cielos y fondos encrespados, para llamar la atención del espectador a esa dimensión de la pintura, que en experimentación y búsqueda, reflexiona sobre sí misma y su estética: la metapintura.

Otra dimensión destacada en la producción de Damiana es la creación de colores inéditos, es decir de su propia cosecha y que evidencian la calidad de una pintora que crea sus propios cromatismos como sello e  idiolecto de una obra personal y desafiante. Tampoco es menos en Damiana, su pertinente sentido de la composición, al abordar una variedad de temas manejados con propiedad y dignidad, en su ejecución y concreción.

Corea ha producido unas series cromáticas que si bien son metapictóricas, no se subsumen ni se consumen en ellas mismas. Hay una apropiación de la realidad llámese esta naturaleza, humanidad y/o cultura. Y esta apropiación y expresión estética de lo real, Damiana Corea, la realiza al menos en tres series: la vecina al impresionismo, una casi hiperrealista de ejercicios académicos, y una donde Corea, en busca de su idiolecto estético le imprime su propio sello.

En esta serie lo real no es entregado en momentos de fulgor y crisis, con un intenso cromatismo y la marca de la espátula, que logra plasmar un mundo laminar, hiriente y metálico. Un mundo de muchas facetas que se fragmenta, se hace trizas y que el espectador construye con su participativa mirada (Verbigracia como Bodegón de Limón, Intensidad, Tempestad, Barco de Papel, Maternidad, El Abrazo y otros).

Sin caer en lo hiperbólico, es sobresaliente el tratamiento que Damiana Corea Arellano, le da a los cuerpos. La pátina de los cuerpos y el color carne creado por Corea para ellos, es único en su pasmosa belleza. Ver Maternidad, Las tres Gracias y No mas guerras (el niño mutilado que ocupa nuestra portada). Si bien esta manera de pintar el cuerpo humano, en nuestra plástica, puede derivar del maestro Armando Morales de cuya influencia no escapa, Damiana Corea ha logrado darle una vuelta de tuerca a esta factura cromática y textural, alcanzando su propia, particular y única corporeidad.

En el vuelo del Guardabarranco, cuadro que se posiciona en la contraportada de nuestra revista, encontramos el magisterio del color y la textura aplicada y expresada en el vuelo del ave nacional. Es el vuelo de la identidad, de la imaginación, del movimiento, de la fragmentariedad, de la musicalidad, de la unidad y de una poesía plástica innegable.

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Damiana Corea Arellano es una artista plástica lograda, empeñada en experimentar, encontrar su propias creaciones pictóricas para añadir sentido, rebeldía y belleza a este bravo mundo que nos toca habitar.

 

Anastasio Lovo

Managua, 24 de Noviembre 2015- 18 de Enero 2017

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